Nuestra cebolla, tiene un origen tan arraigado y profundo como las grandes civilizaciones. En Egipto adquiere su simbolismo de vida eterna. En parte los historiadores piensan que este carácter mágico estaba relacionado con su estructura de capas que cubre una tras otra y que parecen no terminar. En un ámbito más terrenal, si hay una tónica general en el significado de la cebolla, es ser el sustento del hombre en épocas difíciles, desde los egipcios, pasando por griegos y romanos, hasta nuestras entrañables Nanas de la Cebolla. Haremos un repaso de su presencia en nuestras mesas para comprender mejor su uso indiscutible en nuestra gastronomía.
Heredoto nos cuenta que aquellos hombres que construyeron las pirámides en Egipto, se alimentaban de alimentos básicos como la cebolla y el ajo.
En Grecia, nos deja constancia de sus atributos medicinales un estudio de Dioscórides en el siglo I a.C., donde se habla de las propiedades de la cebolla de manera detallada. Entre otras, nos habla de: “cebollas machacadas con miel que eran aplicadas sobre heridas […] La cebolla asada curaba la tos […] Vivirá con salud el que escoja las cebollas más tiernas y las tome con miel en ayunas.”Incluso encontramos consejos para su conservación: “sumérgelas en agua caliente y déjalas secar al sol, y una vez secas ponlas en paja de cebada sin contacto.”
Los romanos extendieron su uso y plantación por toda Europa. Plinio el Viejo, aconseja su consumo para curar el lumbago, la mordedura de los perros, calmando a su vez los dolores dentales. En la Edad Media, durante la etapa de hambre, pestes y pobreza, las cebollas aparecen como un alimento fundamental entre la población.
La cebolla llegó a América gracias a los españoles, eligieron esta hortaliza en parte por su conocidas propiedades y además por conservarse de forma idónea en los grandes viajes transoceánicos.
No podemos pasar página a este capítulo de Historia a la Carta sin terminar con las Nanas de la Cebolla de Miguel Hernández, ejemplo sobrecogedor de la poesía española del siglo XX. Escrito en 1939 en la cárcel, por un poeta capaz de transmitir su intimidad de la forma más intensa. La cebolla fue el sustento junto al pan de muchas mujeres y hombres.
Hoy la cebolla renueva su carácter protector para nuestra salud y sigue en pie en nuestras cocinas como alimento básico de la gastronomía española tradicional y vanguardista. Sin ella nuestra cocina no sería lo mismo.