Disfrutar de un atardecer en Salamanca es un regalo para soñar, salir de la rutina, un espectáculo para los aficionados a la fotografía. La piedra dorada de Salamanca te cautivará.
Una luz diferente genera un reflejo en su piedra de Villamayor, cantera que edifica cada calle, monumento y rincón de Salamanca.El Licenciado Vidriera, Cervantes dejó sus palabras inmortalizadas en una de sus calles: "Salamanca hechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado."
Piérdete en Salamanca porque descubrirás una belleza singular por donde vayas mientras saboreas su irresistible Jamón Ibérico de Guijuelo, sus Ibéricos, Morcilla con piñones, unas buenas y calentitas Lentejas de la Armuña, Carne de Morucha y Ternera Charra, Queso Arribes… ¡No podréis resistiros!
Su bonita Plaza Mayor es una cita obligada. Continuamos por la Rúa Mayor hasta divisar de cerca sus dos Catedrales: “la Vieja”, románica, con una preciada Torre del gallo; y “la Nueva”, gótica. Allí podréis contemplar el Palacio de Anaya en frente de las majestuosas Catedrales.
Seguimos nuestro recorrido, hasta la calle de los Libreros para contemplar la fachada Plateresca de la Universidad de Salamanca. Allí es costumbre buscar “la rana”, símbolo en torno al cual se han creado muchas leyendas. Para los turistas encontrarla significa volver a visitar la ciudad del saber.Una calle con mucho encanto, la calle de la Compañía, donde podremos observar la Clerecía y en frente la Casa de las Conchas, donde se cuenta que existe un tesoro escondido debajo de alguna concha.
La Casa Lis de Salamanca, Museo Art Nouveau y Art Déco es un lugar espectacular, os aconsejamos ver su panorámica desde el Puente Romano hasta el anochecer.
No olvides comprar un Hornazo de Salamanca Tierra de Sabor, para que tu familia lo pruebe ¡mientras les cuentas todo lo que has visto!
Para más información:
Imágenes cedidas por gentileza de la Fundación Siglo para el Turismo y las Artes de Castilla y León.