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Diez cosas que ver y hacer en Burgos

Burgos es una provincia que sorprende por su historia, sus paisajes y, por supuesto, por su sabor.

Burgos

Burgos es una provincia que sorprende por su historia, sus paisajes y, por supuesto, por su sabor. Desde la imponente Catedral en la ciudad, hasta los pueblos con más encanto de la provincia, hay mil razones para dejarse llevar por esta tierra. Si estás pensando en visitarla, toma nota: te proponemos diez planes para disfrutar de la provincia de Burgos al máximo, con su identidad y ese carácter auténtico que la hace única.

1. Pasea por el centro histórico de la ciudad

Empezar a conocer Burgos es tan fácil como dejarse llevar por su centro histórico. El recorrido puede comenzar en el Arco de Santa María, una de las puertas más emblemáticas de la antigua muralla, que hoy da paso a un entramado de calles con siglos de historia. Desde allí, el Paseo del Espolón conecta con la Catedral en un trayecto peatonal lleno de encanto, ideal para disfrutar sin prisas.

Muy cerca encontrarás otros tesoros como la Iglesia de San Nicolás de Bari, con su espectacular retablo en piedra, o la Casa del Cordón, donde los Reyes Católicos recibieron a Cristóbal Colón tras su segundo viaje a América. También merecen una visita la Plaza Mayor, con su colorido de casas tradicionales, y la Iglesia de San Gil, uno de los templos góticos más destacados de la ciudad.

Pasear por el corazón de Burgos es recorrer siglos de historia y arquitectura en unos pasos.

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2. Realiza una visita guiada por la catedral

La Catedral de Burgos no necesita presentación: es uno de los templos góticos más impresionantes de Europa y Patrimonio de la Humanidad. Pero lo que muchas veces pasa desapercibido es el valor de una buena visita guiada. Porque más allá de admirar su fachada o sus agujas, recorrer su interior con una guía experta te permite descubrir historias, detalles artísticos y secretos que no se aprecian a simple vista.

Cada espacio tiene su propio encanto, pero si además te interesa el arte, no puedes perderte las obras que descansan en el interior de la catedral. Además, en su interior descansan los sepulcros del Cid Campeador y Doña Jimena.

3. Disfruta de una buena ruta de tapas

Burgos también se descubre con el paladar. Su tradición de tapeo es parte del alma de la ciudad, y recorrer sus bares es una forma deliciosa de vivirla como un local. En la zona centro, especialmente en calles como San Lorenzo, Sombrerería o la Plaza Mayor, encontrarás decenas de bares donde probar especialidades con sabor burgalés.
Imprescindibles: la IGP Morcilla de Burgos, los embutidos, los cojonudos y cojonudas o las croquetas caseras, que puedes acompañar con un buen vino de la DO Ribera del Duero. Una experiencia donde la gastronomía tradicional se encuentra con la creatividad de las nuevas generaciones de hosteleros.

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4. Acércate a la Cartuja de Miraflores

A tan solo 3 kilómetros del centro de la ciudad se encuentra uno de los monumentos más fascinantes del gótico final: la Cartuja de Miraflores. Rodeada de naturaleza y calma, esta joya arquitectónica fue levantada en el siglo XV y guarda en su interior el panteón real de Juan II e Isabel de Portugal, padres de Isabel la Católica.

El retablo mayor, obra maestra de Gil de Siloé, es una pieza de talla en madera policromada que deslumbra por su detalle y simbolismo. La visita a la Cartuja es también un paseo por el recogimiento y la paz: los monjes cartujos aún viven en clausura, conservando la esencia espiritual del lugar.

5. Explora los Yacimientos de Atapuerca

A 15 km de la ciudad, el Complejo Arqueológico de Atapuerca es uno de los lugares más importantes del mundo para entender la evolución humana. Declarado Patrimonio de la Humanidad, ha sido clave en el estudio de nuestros orígenes gracias a hallazgos como el Homo antecessor, con más de 800.000 años de antigüedad. Harás un recorrido guiado por los yacimientos originales: la Sima del Elefante, la Gran Dolina o la Galería. Una experiencia emocionante que conecta historia, paisaje e investigación.

6. Recorre los pueblos con más encanto de la provincia

La provincia de Burgos está llena de sorpresas. Enclaves como Covarrubias, con sus casas de entramado de madera; Lerma, con su imponente plaza mayor porticada y su legado ducal; o Frías, la ciudad más pequeña de España, encaramada sobre una roca y coronada por un castillo, son paradas imprescindibles.

Si lo que buscas son lugares más paisajísticos, Orbaneja del Castillo te sorprenderá con su cascada atravesando el pueblo y sus casas excavadas en la roca. Tobera es otro de los pueblos que merece la pena visitar. Su entorno natural, sus pequeñas cascadas y sus vistas te harán enamorarte de su paisaje. Muchos de estos pueblos también forman parte de rutas gastronómicas, del vino o del arte románico, así que sobran excusas para ir a visitarlos.

7. Una parada en el Monasterio de Santo Domingo de Silos

Aunque se encuentre a casi una hora de la capital burgalesa, es un lugar que merece la pena visitar por ser considerado uno de los monasterios más bonitos de Europa. Pero Silos no solo es arte. Los monjes siguen viviendo allí, y durante los oficios religiosos puedes escuchar los famosos cantos gregorianos, que llenan el templo de una atmósfera sobrecogedora. El entorno natural, además, invita a disfrutar del silencio, la calma y la reflexión.

8. Sigue la ruta del románico burgalés

La provincia de Burgos es un tesoro del arte románico. Desde pequeñas iglesias rurales hasta grandes construcciones monásticas, el estilo románico está presente en decenas de localidades. Puedes aprovechar la visita a Santo Domingo de Silos y comenzar ahí la ruta, siguiendo por la iglesia de San Pedro de Tejada, en Puente-Arenas, o la ermita de Santa Cecilia en Vallespinoso de Aguilar.

Muchas de estas iglesias se encuentran en comarcas como Las Merindades, La Bureba o la Tierra de Lara, zonas de gran riqueza patrimonial y paisajística. Además, muchas rutas están señalizadas y pensadas para recorrerlas en coche o bicicleta, lo que convierte el arte en un plan perfecto para una escapada por la provincia.

9. Disfruta de un ambiente típico de la ciudad

Disfrutar de una provincia no es solo visitar sus monumentos o paisajes rurales, también es dejarse llevar por sus costumbres. Visita sus zonas de ambiente más típicos, sus parques para pasear, o sus terrazas típicas donde disfrutar con amigos o familia. Si tu visita coincide con fiestas como San Pedro y San Pablo (finales de junio), disfrutarás de un ambiente lleno de tradición, música y actividades para todos. Pero no te preocupes si no vas en esas fechas, ya que en cualquier época del año encontrarás un Burgos vivo, con planes culturales, teatro, conciertos o exposiciones que disfrutar.

10. Vive el Sonorama

Si te apasiona la música y el buen ambiente, un evento que merece la pena vivir es el festival Sonorama Ribera, que cada año se celebra en el municipio de Aranda de Duero. Este año, del 6 al 10 de agosto, el Sonorama cuenta con un cartel a la altura de los mejores festivales de España. Su 28ª edición trae a más de 150 artistas entre los que se encuentran Arde Bogotá, Nena Daconte o La Raíz, que actuarán entre los 5 días de duración del festival.

¿Aún te faltan motivos para ir? El ambiente vibrante del festival te hará querer volver todos los años, porque Burgos no solo hay que visitarlo, también hay que sentirlo.

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