La provincia de Soria es el origen de uno de los productos más emblemáticos y con más tradición de Castilla y León: la DOP Mantequilla de Soria. Con más de un siglo de historia, no solo destaca por su calidad, sino también por su fuerte conexión con el patrimonio cultural de la zona. Desde su proceso de elaboración hasta la música que la celebra, la Mantequilla de Soria ha mantenido su prestigio y su lugar en las cocinas tanto locales como internacionales.
Un hecho que subraya su importancia cultural es que la Mantequilla de Soria es uno de los pocos productos alimentarios en el mundo que cuenta con su propio vals. Titulado La Mantequilla/Vals de Tiple y compuesto por Damián Balsa, se trata de una obra musical cuya letra, escrita por Mariano Granados, rinde homenaje a la calidad y el sabor de la mantequilla dulce de Soria. Aunque el tiempo ha hecho que parte de la obra musical se pierda, su legado cultural permanece vivo en la memoria de los sorianos y en las historias que se transmiten de generación en generación.
Origen y tradición de la Mantequilla de Soria
La producción de este alimento en la provincia de Soria tiene sus raíces en el Valle del Tera, una zona rica en pastos y con una abundante cabaña de vacuno de leche. Esta combinación de elementos naturales permitió que la mantequilla se produjera de manera artesanal durante generaciones. El proceso de elaboración de esta, tal como se hacía hace más de cien años, sigue siendo recordado y valorado.
Tradicionalmente, la mantequilla se elaboraba mediante un proceso manual conocido como “manzar”. Este término se refiere a agitar la leche con un instrumento llamado “rolda”, un palo de aproximadamente un metro con un corcho perforado en su extremo inferior. La leche se agitaba en el “manzadero”, un recipiente cónico de madera, hasta que la grasa de la leche se solidificaba y se convertía en manteca. A través de este meticuloso proceso, se obtenía una mantequilla de sabor y textura incomparables.

Las palabras antiguas que describen este proceso, como “manzar”, “mandadero” y “rolda”, reflejan la riqueza lingüística y cultural asociada a la producción en la provincia. Aunque hoy en día las técnicas han evolucionado, muchos aspectos del proceso tradicional se siguen respetando, lo que contribuye a la autenticidad de la Mantequilla de Soria.
Una Denominación de Origen Protegida (DOP) que garantiza la calidad
La DOP Mantequilla de Soria es un sello de calidad que garantiza que este producto cumple con una serie de requisitos que lo distinguen de otros tipos. Uno de los aspectos clave de esta denominación es que la leche utilizada para su producción debe provenir exclusivamente de la provincia de Soria. Además, los ingredientes son totalmente naturales, lo que asegura un producto final de alta calidad y con un sabor característico.
Existen tres variedades de Mantequilla de Soria: natural, salada y dulce. Cada una tiene sus particularidades y usos culinarios, pero es la dulce la que se ha convertido en el emblema de la DOP. Esta variedad es la más artesanal y la más representativa de la tradición soriana, con un sabor suave y cremoso que la convierte en un producto imprescindible en la gastronomía de la provincia, siendo también uno de los recuerdos gastronómicos más populares que se llevan los turistas que visitan Soria.
La Mantequilla de Soria tiene, además, un impacto económico muy positivo en la zona. Muchos pequeños productores locales dependen de la producción y comercialización de esta mantequilla, lo que contribuye al desarrollo rural y al sostenimiento de tradiciones que, de otro modo, podrían perderse.
Un patrimonio gastronómico que trasciende fronteras
A lo largo de los años, la Mantequilla de Soria ha conseguido un reconocimiento más allá de las fronteras de la provincia e incluso del país. Gracias a la DOP, este producto ha llegado a mercados internacionales, donde es valorado por chefs de todo el mundo. Se trata de un ingrediente fundamental en numerosas recetas y su versatilidad le ha permitido ganarse un lugar tanto en la cocina tradicional como en la alta gastronomía.
La exportación de la Mantequilla de Soria también ha ayudado a posicionar a Castilla y León como una región referente en la producción de alimentos de calidad. La combinación de tradición, métodos artesanales y un profundo respeto por el entorno natural ha hecho que este alimento se distinga en un mercado global cada vez más competitivo.

El vals de la mantequilla: una historia que perdura
El vals que celebra la Mantequilla de Soria es una pieza clave en la historia de este producto. La letra del vals no solo habla de la mantequilla, sino que también ensalza los productos de la tierra y la cultura soriana. Aunque el audio original del vals no ha podido ser recuperado, su letra sigue siendo un recordatorio de su importancia para la identidad soriana. El vals resalta cómo la mantequilla «alcanza más nombradía» que otros productos, y cómo «su fama no tiene igual», lo que refleja el orgullo de los sorianos por su producción local.
La historia de la Mantequilla de Soria es un ejemplo de cómo un producto puede convertirse en un símbolo cultural, y cómo su legado se mantiene vivo a través del tiempo. En cada cucharada de esta mantequilla se saborea no solo la calidad de los ingredientes naturales de Soria, sino también la historia de una tierra que, generación tras generación, ha sabido preservar y valorar uno de sus tesoros más preciados.