¿Alguna vez has soñado con perderte en un lugar donde las páginas de los libros cobran vida y los sabores cuentan su propia historia? Si es así, tienes que visitar Urueña, la Villa del Libro, uno de esos rincones únicos de Castilla y León donde la cultura y la gastronomía caminan de la mano. Este pequeño y encantador pueblo, con apenas 200 habitantes, te espera en lo alto de una loma, protegido por murallas medievales y con vistas que parecen sacadas de una postal antigua.
Prepárate, porque en Urueña, cada calle, cada plato y cada conversación te susurran al oído una historia diferente.

Urueña: un cuento en cada rincón
Desde el primer paso tras cruzar sus puertas, Urueña te envuelve con su atmósfera especial. Sus murallas centenarias te invitan a adentrarte en un pueblo donde la literatura no es solo un tema, sino la protagonista. Aquí no encontrarás escaparates impersonales ni tiendas genéricas, sino librerías especializadas que parecen sacadas de otro siglo, pequeñas joyas donde puedes descubrir desde primeras ediciones hasta rarezas bibliográficas que harían suspirar a cualquier coleccionista.

¡Ojo! No es un museo estático. Urueña vive y respira cultura en cada rincón. Su oferta de museos es tan particular como entrañable: la Fundación Joaquín Díaz, por ejemplo, guarda en su interior una de las colecciones más sorprendentes de grabados, documentos y piezas que cuentan la historia de la región y su relación con la palabra escrita.

No te marches sin recorrer su muralla medieval. Desde sus almenas, las vistas de la Tierra de Campos te dejarán sin palabras: un mar interminable de trigales y campos dorados que parecen dibujados a mano. Esta panorámica no solo es bella, sino que también es inspiradora. Aquí es fácil entender por qué tantos escritores y artistas encuentran en Urueña un refugio creativo.
Sabores con historia
Pero en Urueña no solo se leen historias, ¡también se saborean! Y es que la gastronomía local es otro de sus grandes tesoros. Si quieres vivir la experiencia completa, dedica tiempo a sentarte a la mesa y dejarte sorprender por los productos que hacen de esta villa un festín para los sentidos.
Imagina esto: una tabla de quesos de oveja curados con paciencia, maridados con una copa de vino Heredad de Urueña. Cada bocado es un capítulo que habla de la tierra, del clima, de la dedicación de quienes han cuidado estas recetas generación tras generación.

El vino es, sin duda, uno de los grandes protagonistas. Aquí, las viñas resisten inviernos duros y veranos implacables para ofrecerte un vino que refleja la esencia de esta tierra. Cada sorbo es una historia líquida de esfuerzo, tradición y pasión.
Si el hambre aprieta, un plato de lechazo asado, con su piel crujiente y carne jugosa, te recordará por qué esta es una de las joyas de la cocina castellana. Para los que prefieren algo más ligero, las legumbres de la zona, como los garbanzos de Fuentesaúco, se convierten en protagonistas de deliciosos platos tradicionales. No hay que olvidar la cecina de vaca, curada con mimo, que junto con el pan de Valladolid forman un tándem irresistible para cualquier amante de la buena mesa.
Si eres amante del dulce, no te pierdas las pastas de almendra y miel, los empiñonados o los mantecados de Portillo. Son pequeños tesoros que acompañan a la perfección un café o un licor artesanal.

Un sitio para perderse (y encontrarse)
Urueña es más que un pueblo, es una experiencia. Un rincón donde cada rincón cuenta una historia y cada bocado tiene un relato propio. Es el lugar perfecto para perderse entre libros, saborear los tesoros de la gastronomía castellana y desconectar del bullicio para reconectar con la esencia de las cosas sencillas.
Si visitas la Villa del Libro, no olvides llevarte un recuerdo en forma de edición especial o un producto autóctono con el sello de Tierra de Sabor. Porque en Urueña, cada objeto, cada plato y cada página llevan consigo el alma de Castilla y León, una tierra que sigue escribiendo su propia historia.

Si buscas una escapada con esencia, donde la cultura y el placer gastronómico se entrelazan en cada momento, Urueña te espera con las puertas abiertas… y con mil historias por contar.