Los ajos no son solo un ingrediente maravilloso para añadir sabor a tus platos y convertirlos en algo único, sino que, a su vez estos pequeños bulbos son una fuente de beneficios para la salud.
En Castilla y León, el ajo es uno de los protagonistas más comunes en la cocina tradicional. Incluirlo en las recetas es una forma deliciosa de cuidar de la salud y de disfrutar del maravilloso sabor que otorga a los platos creando recetas muy especiales.
Desde Tierra de Sabor te contamos lo que estas fuentes de energía aportan a tu cuerpo, ¡vas a querer añadirlas a todos tus platos! Presta atención:
- Protegen tu corazón: los ajos son ricos en antioxidantes y pueden ayudar a reducir el colesterol y la presión arterial.
- Mejoran tu sistema inmunológico: contienen antioxidantes y otros compuestos que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, reducir la inflamación y prevenir enfermedades.
- Reducen el estrés: tienen un efecto calmante que ayuda a reducir los niveles de estrés y ansiedad.
- Ayudan a prevenir infecciones y otras patologías: tienen propiedades antibacterianas y antivirales que pueden actuar contra algunas enfermedades.
- Mejoran la digestión: contienen fibra dietética, lo que ayuda a mejorar la digestión y prevenir la hinchazón abdominal.
- Contribuyen a controlar la diabetes: reducen los niveles de azúcar en la sangre y mejoran la sensibilidad a la insulina.
¿Te han entrado ganas de preparar una receta con ajos de nuestra tierra? ¡Marchando un plato típico, delicioso y fácil de preparar!
Chuletas de cordero al ajo cabañil
Ingredientes:
- 6 dientes de ajo de Castilla y León.
- 800 gramos de chuletas de cordero de Castilla y León.
- 1 vaso de vino blanco, si es de nuestra tierra, mejor.
- Aceite de oliva.
- Sal y pimienta.
Preparación:
- Pela y pica los dientes de ajo de Castilla y León.
- En una cazuela, dora las chuletas de cordero en aceite de oliva a fuego medio-alto.
- Añade los ajos picados y mantenlo en el fuego durante 2-3 minutos.
- Vierte el vino blanco, salpimenta al gusto y déjalo a fuego medio-bajo durante 1-2 horas, hasta que la carne esté tierna y jugosa.
- Sírvelo caliente, acompáñalo si te apetece con patatas fritas, y a disfrutar, ¡que aproveche!