El manzano, uno de los primeros árboles silvestres que el hombre empezó a cultivar,  de ello son testigos los restos arqueológicos que se han encontrado en excavaciones neolíticas. Se cree que su origen se encuentra en Asia Central, donde aún se halla su ancestro salvaje, el Malus sieversii.

La manzana fue introducida en la península por los romanos, quienes apreciaban su sabor y la utilizaban en diversas recetas, y los árabes, a partir del siglo VIII, expandieron su cultivo y consumo, introduciendo nuevas técnicas de riego e injerto. Hoy España es uno de los principales países productores. En Castilla y León, tenemos la Denominación de Origen Manzana Reineta del Bierzo y la Marca de Garantía Manzana Reineta de las Caderechas, caracterizadas por una especial relación de sabores dulces-ácidos.

Mucho más que una manzana

La manzana es mucho más que una fruta y es que, a lo largo de la historia siempre ha estado rodeada de simbolismo. Este fruto se encuentra presente en el folclore de muchas culturas. Por ejemplo, en China simboliza la paz y la prosperidad, mientras que en Japón está asociada a la buena suerte y la longevidad.

La cita más conocida está en la Biblia, fruto del “árbol de la sabiduría”, vinculándolo con la tentación, los deseos humanos y el pecado original que expulsó a los hombres del paraíso. Pero ¿sabías que no el cristianismo no solo habla de la manzana del Jardín del Edén? la Virgen es muchas veces representada con este fruto, como símbolo de la pureza y el pecado original.

Los griegos ya lo decían

Pero… echemos una mirada a la mitología. En ella se relata como Zeus preparó un banquete para festejar la boda de Peleo y Tetis, pero la diosa de la discordia no fue invitada. Ésta urdió una venganza y se presentó a la boda con una manzana dorada con la inscripción “para la más bella”.

Tres diosas, Hera, Atenea y Afrodita, se disputaron la manzana. Zeus propuso que el joven Paris de Troya fuera quien decidiera a quien debía otorgarse la manzana, las diosas por su parte le ofrecieron un regalo en base a sus virtudes. Hera prometió que le otorgaría poder sobre los hombres, Atenea le concedería sabiduría para vencer cualquier batalla y por último Afrodita le aseguró el amor de la mujer más bella del mundo, Helena. Paris se decantó por Afrodita y Helena abandonó a su esposo, Menelao, originándose la guerra de Troya.

La manzana dorada, pasó a la historia como “manzana de la discordia”, a partir de ese momento Afrodita, diosa del amor y del placer sexual, se la reproducía con este fruto en la mano.

La más artista

La manzana también ha conquistado el arte, tanto es así que protagoniza obras universales como «El Jardín de las Delicias» de El Bosco o «La Caída del Hombre» de Miguel Ángel.

La manzana, dulce tentación

Pero vayamos más a nuestra tierra…

Nuestro poeta Lorca, utiliza la manzana como símbolo erótico, probablemente influido por estas fuentes clásicas. Este fruto es en sus poesías el alimento a la juventud, símbolo de renovación. Su forma casi esférica remite con frecuencia a la noción de eternidad.

Sea como fuere, la sabiduría popular, siempre vinculó el fruto del manzano con sus propiedades beneficiosas para la salud. Nunca pasa desapercibida y sigue siendo utilizada como referencia al conocimiento (logo de Apple, relacionado con el manzano de Isaac Newton), la belleza (Afrodita), y el engaño como se refleja en cuentos clásicos como Blancanieves, de los Hermanos Grimm. La “nota” dominante sin duda es que la manzana siempre ha sido, es y será  una dulce “tentación”.