El placer de disfrutar de la tradición y excelencia de la Cecina de León IGP
España es tierra de carnes y embutidos de calidad. Gracias a una materia prima excelente. Consecuencia de los cuidados, la crianza y la alimentación que recibe el ganado.

España siempre ha sido un referente en carnes y embutidos de calidad. El secreto está en la excelente materia prima, fruto de la crianza tradicional y de una alimentación cuidada del ganado. De esta unión de experiencia, entorno y trabajo surge uno de los productos más especiales de nuestra gastronomía: la Cecina de León IGP.
Su sabor intenso y característico la convierte en un manjar ideal para disfrutar sola, en lonchas muy finas, o como protagonista de recetas innovadoras. Un producto con historia, con identidad propia y con una calidad certificada que lo diferencia del resto.
Pero… ¿Qué es la Cecina de León IGP?
La cecina, similar al jamón, es una variedad de carne curada y deshidratada, pero se elabora y prepara mediante el curado de la carne de vacuno o equino. Con unos matices que la hacen única, su transformación sigue técnicas tradicionales que han pasado de generación en generación.
Su origen es español, aunque su epicentro está claramente en León. Allí, el clima seco y frío de la montaña leonesa se convierte en un aliado perfecto para la curación lenta y natural. Esa combinación de factores es la que hace posible un embutido diferente, con un carácter inconfundible.
De esta forma, las más conocidas son la Cecina de León IGP, elaborada con carne de vaca; y la de Vegacervera, con carne de chivo.
La Cecina de León IGP tiene siglos de historia, existiendo referencias en tratados agrícolas del siglo IV a. C.
Características de la Cecina de León IGP
La cecina de León se caracteriza por diferentes aspectos que hacen de ella un alimento muy exclusivo.
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Color y aspecto: Tiene un color tostado y ligeramente oscuro como consecuencia del proceso de elaboración. Además, podemos encontrar diferentes tonalidades en la cecina, como el granate, que se oscurece por los bordes debido al proceso final de maduración. Al corte, presenta un ligero veteado de grasa que le proporciona su característica jugosidad.
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Textura: Cada loncha, cortada fina y con un veteado sutil, ofrece una textura firme pero jugosa, con un sabor que se prolonga en el paladar.
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Aroma y Sabor: Es una carne poco salada con una pequeña cantidad de veteado que le aporta jugosidad. Además, el proceso de maduración al que se somete realiza de maduración da un sabor y un aroma muy característico. Este tipo de carne se puede presentar de diferentes formas, ya sea entera, envuelta o enfundada.
Como siempre, a la hora de consumir este tipo de producto es importante que esté avalado por un organismo de referencia. En este caso, el Consejo Regulador de la Cecina de León IGP nos garantiza que el producto cumple con todos los estándares de calidad. Esta certificación protege el producto, a sus productores y también a quienes lo consumimos, porque asegura calidad, autenticidad y tradición.

Un proceso artesanal con siglos de tradición
La elaboración de la Cecina de León IGP es todo un arte que requiere tiempo, paciencia y experiencia. El proceso mínimo dura siete meses, aunque muchas piezas alcanzan maduraciones más largas, de hasta 18 meses.
Los pasos son:
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Salado: las piezas se cubren con sal marina durante un tiempo proporcional a su peso (entre 0,3 y 0,6 días por kilo). Esta fase favorece la deshidratación y garantiza la conservación.
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Lavado y asentamiento: tras retirar el exceso de sal con agua templada, la carne descansa entre 30 y 45 días en bodegas frescas y húmedas, lo que permite una penetración uniforme de la sal y la aparición de los primeros aromas.
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Ahumado: las piezas se someten a un ahumado suave con leñas tradicionales de roble o encina durante unos 12 a 16 días, lo que aporta el inconfundible aroma y sabor ahumado de la Cecina de León IGP.
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Maduración: finalmente, las piezas pasan a secaderos naturales, donde el clima de León (frío y seco en invierno, cálido y suave en verano) regula de manera natural el proceso. La maduración mínima es de 7 meses, alcanzando en ese tiempo su sabor, aroma y textura característicos.

Propiedades y beneficios de la Cecina de León IGP
La cecina es un alimento sano, natural y tradicional, aunque hay que consumirla con moderación en caso de tener un nivel alto de colesterol. El aporte de proteínas es interesante, ya que supone un gran aporte de fósforo y calcio para los huesos, hierro y magnesio. Además, contiene vitaminas como la A, B3, y B12.
Es muy recomendable tomarla cuando se hayan gastado muchas energías, ya que aporta proteínas a los músculos. Su complejo de vitaminas hace que actúe como antioxidante, ayudando a prevenir el envejecimiento.
Con todo esto, la cecina previene de problemas como la anemia y mejora la salud y el mantenimiento de huesos y dientes.
Cómo disfrutar de un buen plato de Cecina de León IGP
La Cecina de León IGP es un plato rico de degustar que encaja con un sinfín de alimentos como plato principal o acompañamiento.
Degustación natural
La mejor forma de conocer su auténtico sabor es en lonchas muy finas, acompañadas únicamente de un buen aceite de oliva virgen extra. Unas ralladuras de queso de cabra por encima dan el toque final. Además, si acompañas el plato con una buena copa de verdejo tendrás el entrante perfecto para impresionar a las visitas.

Recetas tradicionales
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Tosta de cecina con queso: Una combinación que nunca falla. Es un entrante idóneo para las comidas que te permitirá saborear una combinación de aromas en tu paladar.
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Ensalada de cecina, nueces, queso de cabra y tomates cherry: Fresca, nutritiva y llena de matices. Además de conseguir un plato saludable le damos un toque diferente y exquisito.
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Huevos rotos con cecina: Una alternativa sabrosa al clásico con jamón. El calor del plato hace que la cecina desprenda todo su aroma, convirtiéndolo en un capricho irresistible.
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Croquetas de cecina: Cremosas y llenas de sabor. Perfectas como entrante en cualquier comida especial.
Recetas innovadoras
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Carpaccio de cecina con frutas frescas como higos: Una combinación fresca y elegante. Basta con disponer finas lonchas de cecina en un plato llano, añadir láminas de higos maduros y terminar con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y unas lascas de queso curado de oveja. El contraste entre lo dulce de la fruta y el toque ahumado de la cecina crea un bocado refinado y equilibrado.
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Sushi: Con láminas de cecina en lugar de alga nori, para un bocado fusión muy original. Sustituye el alga nori por cecina con 13 meses de curación. Es un plato más sencillo de lo que parece y te permitirá experimentar nuevos sabores.
Tradición y sabor
La Cecina de León IGP no es solo un embutido. Es el resultado de siglos de tradición, del saber hacer de los artesanos y de un territorio que cuida su gastronomía como parte de su identidad.
Degustar una loncha de cecina es probar un trozo de historia, disfrutar de un sabor intenso y único, y reconocer la excelencia de un producto que ha sabido conservar lo mejor de su pasado sin renunciar a estar presente en la cocina actual.
Si hay un producto capaz de resumir en un solo bocado la riqueza de Castilla y León, ese es, sin duda, la Cecina de León IGP.

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La provincia de Soria es el origen de uno de los productos más emblemáticos y con más tradición de Castilla y León

La provincia de Soria es el origen de uno de los productos más emblemáticos y con más tradición de Castilla y León, la DOP Mantequilla de Soria. Con más de un siglo de historia, no solo destaca por su calidad, sino también por su fuerte conexión con el patrimonio cultural de la zona. Desde la práctica de elaboración hasta la manera que la rodea, la Mantequilla de Soria representa un legado gastronómico que ha perdurado a través de generaciones.
Un hecho que subraya su importancia cultural es que la Mantequilla de Soria es uno de los pocos productos alimentarios en el mundo que cuenta con su propio vals. Titulado «El Mantequillero de Soria» y compuesto por Damián Balsa, se trata de una obra musical cuya melodía evoca el ritmo pausado y meticuloso del proceso de elaboración que se ha mantenido desde hace décadas. Además, el título hace parte de la cultura popular de la provincia, un legado cultural patrimonio vivo en la memoria de los sorianos y en las familias que lo transmiten de generación en generación.
La Mantequilla de Soria es uno de los pocos productos alimentarios en el mundo que cuenta con su propio vals.
Origen y tradición de la Mantequilla de Soria
La producción de este alimento en la provincia de Soria tiene sus raíces en el Valle del Tera, una zona rica en pastos y con una abundante calidad de vacuno de leche. Esta combinación de elementos naturales permitió que la mantequilla se produjera de manera artesanal durante generaciones. El proceso de elaboración de hoy, tal como se hacía hace más de cien años, sigue siendo el sello distintivo de este producto.
Tradicionalmente, la mantequilla se elaboraba mediante un proceso manual conocido como «mazar». Esta técnica se refiere a agitar la leche con un instrumento llamado «mazo», un palo de aproximadamente un metro con un círculo perforado en su extremo inferior. La leche se agitaba así hasta que la grasa se separaba del suero, formando una pasta que luego se lavaba varias veces y se convertía en manteca. A través de este método artesanal, se conseguía una mantequilla de sabor y textura incomparables.
Los artesanos de la mantequilla de Soria han mantenido viva esta tradición a lo largo de generaciones, transmitiendo los secretos de la elaboración de padres a hijos. Este conocimiento ancestral, combinado con la calidad excepcional de la leche de la región, es lo que ha permitido que la Mantequilla de Soria obtenga el reconocimiento de Denominación de Origen Protegida, garantizando así su autenticidad y calidad.
El vals de la mantequilla: una historia que perdura
El legado de la Mantequilla de Soria va más allá de su valor gastronómico. Es un testimonio vivo de que no solo habla de la mantequilla, sino que también evoca los productos de la tierra y la cultura soriana. Aunque el perfil original del vals no ha podido ser recuperado, la melodía sigue viva en la memoria colectiva de la región, recordando a todos cómo esta sencilla mantequilla elevada más consideración que otros productos, y cómo sus raíces son dignas de ser objeto de orgullo de los sorianos por su producción local.






















