La tortilla de patata, ese delicioso plato que forma parte del patrimonio gastronómico español, es sin duda uno de los manjares más queridos y versátiles de nuestra cocina. Es todo un clásico reconocido a nivel mundial, y su preparación ha sido objeto de innumerables variaciones y adaptaciones a lo largo del tiempo. Desde Tierra de Sabor, en este artículo exploraremos no una, sino mil y una formas (bueno, quizás exageramos un poco. Te vamos a dar 8 opciones) de preparar esta deliciosa tortilla, con un toque muy especial, usando patatas cultivadas de Castilla y León.

La Tortilla Tradicional:

Comencemos con la base, la receta tradicional de la tortilla de patata. Para ello, necesitarás patatas, huevos, cebolla ¿Sí o no? (Nosotros ya te digo que sí vamos a usarla), aceite de oliva, sal y nada más. Corta las patatas y la cebolla en rodajas finas, fríelas en aceite caliente hasta que estén doradas, luego escúrrelas y mézclalas con los huevos batidos. Cocina la mezcla en una sartén hasta que esté cuajada por ambos lados. ¡Y voilà! Tienes una deliciosa tortilla lista para disfrutar.

Tortilla de patatas tradicional

Tortilla con Jamón Ibérico de Guijuelo:

Agrega un toque de sabor extra a tu tortilla tradicional añadiendo trocitos de jamón Ibérico de Guijuelo. El sabor salado y ahumado del jamón complementa perfectamente la suavidad de las patatas y los huevos, creando una combinación irresistible.

Tortilla de Patata Rellena:

¿Por qué conformarse con una sola capa de relleno cuando puedes tener dos? Prepara dos tortillas delgadas por separado, luego únelas con tu relleno favorito entre ellas. Desde queso fundido hasta verduras salteadas, las posibilidades son infinitas.

Tortilla con Queso de Cabra:

Para un toque de sofisticación, añade trozos de queso de cabra a tu mezcla de tortilla antes de cocinarla. El queso derretido aporta una textura cremosa y un sabor delicioso que eleva la tortilla a otro nivel.

Tortilla Vegetariana:

¿Eres vegetariano? No hay problema. Simplemente omite el jamón y añade una variedad de verduras a tu tortilla, como pimientos, calabacines o algunas de las múltiples y variadas setas de Castilla y León. El resultado final será igualmente delicioso y satisfactorio.

Tortilla de Patata con pimientos asados:

Aquí tienes dos opciones: freír tú mismo los pimientos u otra opción, es que utilices Pimientos Asados del Bierzo. Son una combinación perfecta con la tortilla de patata y crean una explosión de sabores. Puedes incluirlos dentro de la tortilla o servirlos a parte con un poquito de ese aceite… se nos hace la boca agua.

Tortilla de Patata con Chorizo:

Si eres amante de los sabores intensos, no puedes equivocarte con la combinación de chorizo y tortilla de patata. El chorizo de León, Zamora o de Cantimpalos aporta un toque picante (si te gusta), ahumado (en función de la variedad que escojas) y muy sabroso (esto independientemente del que elijas) que contrasta maravillosamente con la dulzura de las patatas.

Tortilla de Patata con Morcilla de Burgos:

Te invito a descubrir una deliciosa variante: la Tortilla de Patatas con Morcilla de Burgos. Esta combinación única fusiona la suavidad de las patatas con el sabor intenso de la morcilla, creando un plato que cautivará tus sentidos. Tan fácil como sofreír la morcilla y, después, incorporarla a nuestra base de patata y huevo.

La tortilla de patata es un plato tan versátil como delicioso, con mil y una formas de prepararlo para satisfacer todos los gustos y preferencias. Ya sea que prefieras la versión tradicional, o te inclines por una variante más creativa, como la tortilla de patata con chorizo o pimientos de padrón, una cosa es segura: cada bocado te llevará en un viaje culinario a través de los sabores y aromas de España, con un especial homenaje a las patatas cultivadas en la hermosa región de Castilla y León. ¡Buen provecho!

Algunos datos sobre la Patata de Castilla y León

El cultivo de patatas en Castilla y León es una actividad agrícola de gran importancia económica y cultural para nuestra comunidad, arraigada en la historia y la identidad de la región y que destaca por su importancia económica, cultural y social.

  • Superficie cultivada: Castilla y León es una de las principales regiones productoras de patatas en España, con una superficie cultivada que suele rondar las 40.000 hectáreas, aproximadamente.
  • Variedades cultivadas: Se cultivan diversas variedades de patatas en la región, adaptadas a diferentes condiciones climáticas y suelos. Entre las variedades más comunes se encuentran la Agria, la Monalisa, la Desirée y la Kennebec, entre otras.
  • Clima y suelo: El clima continental de Castilla y León, con inviernos fríos y veranos calurosos, es propicio para el cultivo de patatas. Además, la diversidad de suelos, que van desde arcillosos hasta arenosos, permite una amplia gama de cultivos.
  • Importancia económica y social: El cultivo de patatas en Castilla y León no solo contribuye significativamente a la economía regional, sino que también desempeña un papel vital en la creación de empleo y en el asentamiento de población en las zonas rurales.