La espectacularidad de los cerezos con sus flores de abril y mayo blancas y abundantes proporciona al Valle de las Caderechas una imagen característica y única. Este bello rincón de la provincia de Burgos, localizado en un extremo de la comarca de la Bureba, goza de un microclima privilegiado que da lugar a una importante producción frutícola, entre la que destaca este irresistible y colorido fruto: la cereza. ¿Quieres saber más sobre esa seductora fruta? En Tierra de Sabor de lo contamos.
Historia de las cerezas
La historia de la cereza en el Valle de las Caderechas se remonta a siglos atrás, cuando los antiguos pobladores comprobaron las especiales condiciones de la tierra para la producción de este fruto. Con el tiempo, el cultivo de cerezas se ha consolidado y se ha convertido en un importante recurso para el desarrollo económico del Valle. Aunque en la actualidad las técnicas de cultivo se han perfeccionado, se mantiene el cuidado artesanal y el respeto por la tradición que se continúa transmitiendo de generación en generación. Además, la Cereza del Valle de las Caderechas cuenta con su propia Marca de Garantía, reconocida gracias a la singularidad y calidad de este exquisito manjar.
Símbolo de identidad
Con la floración en el mes de abril, cada año son numerosos los visitantes que se proponen disfrutar de la vistosidad de un paisaje teñido de blanco con el esplendor de miles de cerezos en flor en ese escenario natural idílico en el que se convierte el Valle de las Caderechas en primavera. Son también muchos los que acuden a las Ferias y Fiestas de la cereza que tienen lugar, tanto en el propio Valle, como en otros lugares de la provincia de Burgos, cuando el fruto ya ha sido recolectado.
La cereza de las Caderechas es un auténtico regalo de la naturaleza, un claro símbolo de identidad de este rincón de la Bureba y motivo de orgullo de sus habitantes. Es un producto ideal para utilizar en la gastronomía local, así como para elaborar productos artesanales como mermeladas, licores e incluso cosméticos.
Cultivo artesanal
En la recolección de las cerezas del Valle de las Caderechas, no se utilizan medios mecánicos, todo el proceso se hace a mano y los fruticultores adscritos a la Marca de Garantía se han comprometido a no utilizar herbicidas, material vegetal transgénico, hormonas o reguladores del crecimiento.
La fecha de recogida de la cereza se elige en base a la experiencia de los agricultores, a través de la cata de la fruta y del análisis sobre el terreno de la acidez y azúcares para elegir el momento adecuado de la recolección. Una vez realizada la cosecha, se seleccionan las cerezas, descartando las que no cumplen las características de tamaño y presencia que exige la Marca de Garantía, cuyos técnicos inspeccionan las explotaciones y almacenes asegurándose de que se cumplen las normas.
Temporada de cosecha
Las cerezas del Valle de las Caderechas se recolectan a finales de mayo, principios de junio, mucho más tarde que en otras regiones españolas donde se comienza la cosecha en abril. La temporada se extiende desde finales de la primavera hasta bien entrado el verano, cuando los árboles repletos de las frutas maduras listas para ser recogidas generan un nuevo y rojizo espectáculo. Estas frutas, de carácter muy perecedero, llegan al mercado nacional cuando ya se han terminado las producidas en otras regiones españolas, en pleno verano.
Características únicas
La recolección de las cerezas del Valle de las Caderechas es la más tardía de España. La unión entre el clima continental moderado, su elevada altitud y la calidad del suelo crea la combinación necesaria para que las frutas se desarrollen de manera óptima, consiguiendo unas cerezas jugosas, dulces y llenas de sabor, con un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez.
Respaldadas por su Marca de Garantía, que certifica que el producto cumple una serie de requisitos respecto a su cultivo, recolección y comercialización, además del respeto al medio ambiente, se comercializan diez variedades de cerezas de las Caderechas, cada una de ellas con características diferentes de olor, sabor y textura.
Propiedades de las cerezas
Aunque se trata de una fruta muy pequeña, cuenta con importantes propiedades saludables, y aporta al organismo diferentes minerales como hierro, calcio, potasio, sodio, magnesio, fósforo, azufre y silicio, además de vitaminas A, B y C. Los beneficios de las cerezas para nuestro cuerpo son abundantes ya que son buenas para prevenir la anemia o fortalecer los huesos, pero también tienen propiedades laxantes, diuréticas, antiinflamatorias y remineralizantes. Además, son buenas para el corazón, ricas en betacarotenos, en ácido fólico, ayudan a conciliar el sueño y son una fuente de antiestrés natural.
Una joya de la naturaleza
La cereza de las Caderechas, encierra un mundo de aromas, sabores y experiencias únicas que te sumergen en un relato de tradición, entusiasmo y respeto por la tierra. Es más que un fruto, es el resultado del duro esfuerzo y la pasión de los agricultores locales, además del símbolo de la riqueza gastronómica y cultural de la zona.
La cereza de las Caderechas, con su piel brillante, es muy llamativa. Su aspecto atractivo hace que sea una de las frutas que más seduce y atrapa, un manjar exquisito y adictivo que, una vez que empiezas, no puedes dejar de comer.